OPINIÓN
Lo que tenia que ser y no fue: Apollinaire, Picasso y la estatua de “Nada”
( Escrito a raíz de una preciosa conversación de café con mi amigo Eduardo… )
Pablo estaba impresionado con un fragmento de “El poeta asesinado” que escribiera su inspirador amigo Apollinaire en la que en la muerte de Croniamantal (él mismo en la ficción ), El pájaro de Benin (personaje que representa a Pablo Picasso ) dice: …..Tengo que hacerle una estatua, porque además de pintor soy escultor.
-Es verdad, hay que levantarle una estatua -dijo Tristusa.
-¿Pero en dónde? -preguntó el pájaro de Benin, El Gobierno no nos concederá terreno. Corren malos tiempos para los poetas.
-Eso dicen -repuso Tristusa-, pero puede que no sea cierto. ¿Qué le parece a usted el bosque de Meudon, señor de pájaro?
-Ya había pensado en él. Sólo que no me atrevía a decirlo. Vaya por el bosque de Meudon. -¿Y de qué va a ser la estatua?
-preguntó Tristusa ¿de mármol?, ¿de bronce?
-He de hacerle una sólida estatua de nada, como la poesía y como la gloria. …
Las décadas posteriores a la muerte de Apollinaire en 1918 en Paris, conocieron una campaña larga, y en ocasiones hostil, para honrar su memoria de algún modo. Se convocó una comisión y desde el principio se entendió que Picasso habría de realizar un diseño para la tumba en el cementerio de Père Lachaise.
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Como era previsible, las formas radicalmente innovadoras de las últimas esculturas del malagueño se toparon con las expectativas más conservadoras de la comisión.
Si sus bañistas femeninas (descritas por un miembro de la comisión como «una cosa extraña, monstruosa, enloquecida, incomprensible, casi obscena») no lograron impresionar, otro tanto sucedió con su ofrecimiento: de una intricada maqueta de alambre y chapa que intentaba dibujar el vacío (la Nada) y que había realizado con su amigo, el escultor Julio González, quien conocía la soldadura de hierro.
El proyecto de la tumba acabó por entrar en una vía muerta; incapaz de producir el tipo de monumento clásico que esperaba la comisión, Picasso acabó retirándose y en septiembre de 1935, bajo la dirección de Serge Férat, se colocó finalmente sobre la tumba del poeta una gran piedra de granito.
Julio González aportaba al innovador diseño de Picasso una poética que se inspiraba en los mapas celestes. Las líneas de tensión se interconectan con estos puntos de luz (puntos de soldadura) atrapando el vacío en un espacio definido.
El monumento de Pablo Picasso dedicado a Apollinaire habría de esperar más de veinte años cuando se descubrió una escultura de bronce al lado de la rue Guillaume Apollinaire, en el corazón de Saint-Germain-des-Près.
El diario francés France-Soir acogió positivamente el estilo esencialmente figurativo de lo que describió como un busto en bronce del poeta, aunque la escultura realizada en 1941 era de hecho la Cabeza de Nora Maar, su amante.
Picasso estaba interesado en que el monumento a Apollinaire fuera una obra radical como correspondía a su amigo, y muchas de sus reflexiones al respecto conducían a un nuevo tipo de escultura con un carácter claramente pictórico “dibujar en el aire”. Una escultura de la nada, de lo intangible.
Presentó dos maquetas para el monumento y aunque fueron rechazadas por la comisión de expertos, la colaboración entre Picasso y González dio como resultado un intercambio de conocimientos que duró hasta 1931 y la creación de una serie de obras que revolucionaron la escultura del siglo XX.
Cuando en 1959 el busto de Nora Maar fue colocado como homenaje a Apollinaire, ocasionó una sensación colectiva de alivio, ya que, tras largos años de luchar por ello, habían conseguido algo que era decididamente mejor que “nada”.
