Villaviciosa existe

La paradoja de Vox en nuestro municipio no deja de sorprender a propios y extraños. Vox apoya al PSOE de forma indirecta al permitir que Pérez gobierne. Cuando hay que votar se sale del pleno, pero cuando hay que denunciar está en el pleno. Si el criticón de Vox sabe hacerlo mejor, ¿por qué no gobiernan?, dice Serigós “no están para ocupar sillones”… ¡pues que tontería!, desocupen las butacas del salón de plenos y dejen su acta de concejal.

Los espectadores de los entremeses del teatro municipal donde se representa “El Retablo de las Maravillas”, observan y escuchan las mismas historias que perduran en el tiempo, presionados por la importancia de las apariencias y por el miedo a hacer el ridículo, pleno tras pleno se ven estafados por los títeres que se mueven por los hilos del destino. No resuelven nada y votan muchas propuestas absurdas cuando llevan sin ejecutarse tropecientas de anteriores legislaturas.

El anecdotario deja algunos episodios, en tono de comedia, un concejal renuncia al descubrirse que convirtió su residencia en residencia, un pleonasmo inmobiliario; mientras, un especialista en pérgolas promueve el cambio tecnológico sin olvidar a Pérez que asesta mandobles verbales, difíciles de hilvanar en el contexto de lo razonable, haciendo mejor a Jover que al menos dejaba hablar 3 minutos y en ocasiones rebatir. En Ciudadanos, desde que Rivera se dedicó a la procreación, están desnortados.

Aquí lo que se necesita es un programa, las personas ya poco importan, porque en Villaviciosa se ha instalado este aforismo que recorre la España que Existe y resulta que Villaviciosa Existe también, una reivindicación que reclama rescatar del olvido generalizado a nuestro pueblo y del que, gracias a Pérez y sus secuaces, no se rescata de la memoria. Una villa convertida en una cohorte de cargos de confianza, que esconde la inutilidad de los cargos electos. Debe ser cuestión de talante el hecho de que no haya talento.

Si nuestra población ocupara el lugar que se merece, Vox debería alcanzar la alcaldía con el concurso del PP o sin él y, si María Ruiz tuviera cuajo, debería dedicarse a sacar a nuestro municipio del ostracismo en el que esta sumido o ¿es que pesa más pegar mangas y cobrar dos salarios a la vez y no estar loco, como dice la canción? Puedo entender la política como un ejercicio de salud pública, pero no la puedo entender cuando la salud es insalubre para sus moradores.

Por favor, pónganse manos a la obra y dejen de barruntar medidas continuistas que están vacías de contenido. Seguimos varados, como el barco fantasma de Fuerteventura, en el pasado un barco de lujo, y hoy lo que queda de un esqueleto sobre una de las playas más hermosas del mundo. Villaviciosa de Odón Existe incluso a pesar de sus políticos.