CASTING

Esta voz inglesa que habitualmente se traduce por "Reparto" viene a resumir lo que viene ocurriendo en el Partido Postpopular. La farándula política acude al "photocall" donde posan para los medios, pero tras las bambalinas, los maquinistas cambian los telones del escenario.

Las metáforas sobre el mar que se emplean para describir la política están muy sobadas periodísticamente. No hablaremos del Titanic, tampoco de que nos vamos a pique. Preferimos cambiar la perspectiva caballera del mar por una axomométrica del teatro. No pido comprender el dibujo lineal, sino el dibujo político. Lo que importa es la escala, no el tamaño. Veámos.

Nuestro exvecino Terol, aquejado de Asperger, responsable de las gestoras peperas, mueve las maromas para cambiar el decorado de la política municipal y, en nuestro caso, puso en la concha del apuntador a Yolanda Estrada, que "sopla" al edil el guión y éste, al parecer, hace caso omiso, improvisando ad libitum. Ningún "villavicioso" entiende lo que pasa en el consistorio, pero es fácil comprender que además del teatro clásico, también existen obras que se engloban en el teatro del absurdo.

En este tipo de representaciones el vecino solo necesita tantearse el bolsillo, ha pagado un ticket electoral y tras el primer acto, ha salido del escotillón Raúl Martín Galán que ha mandado a camerinos al representante del extinto Ciudadanos gracias a que una parte del público abucheó su actuación. Por el camino, el elenco, la bancada, ha cambiado.

Hasta aquí hemos llegado y, viendo el percal, nos santiguamos repetidamente para que Dios nos pille confesados. La "marca" electoral ha perdido la etiqueta y ya nadie sabe que bebe en la cantina en el descanso entreactos, mientras los actores se cambian de ropa y Terol, Egea y otros mueven la tramoya el tiempo pasa inmisericorde.

Apenas quedan 18 meses para que termine esta representación. La mayoría del público aprovechó los descansos para abandonar la sala, asumiendo que ha pagado una entrada y le han estafado. Ni los actores tienen talento, ni la obra tiene sentido y, además, el personal del teatro está compinchado para echar de la sala a todos los espectadores que restan.

Es fácil suponer que para mayo del 23 una nueva compañía venga a presentar un nuevo plantel de actores, habrá que hacer un casting, seleccionar unos guionistas profesionales que presenten un repertorio de obras de calidad y quizás la temporada pueda mejorar la experiencia porque, hasta el momento, la política en nuestra Villa ha sido manifiestamente empeorable•