Ciudadano Pérez

 El varapalo electoral a C’s ha sido de órdago. Existe mucho aparato político para tan poco partido. Veamos las profesiones y salarios declarados en la cadena de mando, en la tabla adjunta:

Pérez (el Alcalde) era, según Linkedin, asesor compatible con el comisariado político del partido, en resumen, parado antes que fraile. Con estos mimbres, se hizo una cestería. Ciudadanos, el partido de la democracia interna, cambió las urnas por el pucherazo, el talento por el talante, el mérito por la dedocracia, el ahora no por el ahora sí y, como resultado el Ciudadano Pérez fue elegido por las huestes del aparato como responsable para la política municipal de la Villa.

Nadie en el partido Ciudadanos se atreve a hacer un análisis sobre el resultado electoral de las generales, hacen piña para evitar reflexionar, porque han sustituido la inteligencia racional por la inteligencia emocional, la capacidad de síntesis por el pleonasmo de los eslóganes. No tienen plan, son un clan y los mismos que han conducido el partido a la debacle comandan una gestoría para profundizar el desapego a su política, tentados de apoyar a Falconetti, algo que ya hacen indirectamente en nuestro municipio, las últimas encuestas recogen una caída electoral aún mayor, entre 3 y 8 diputados. El tiempo pasa raudo y, mientras, el barco escorado de Ciudadanos va camino de los acantilados de Lugo, el pobre grumete Pérez, en su chalupa municipal, intenta achicar el agua de las críticas del portavoz del PP, interrumpiendo a cada rato su discurso, una técnica que evita verse sobrepasado por alguien, mujer, que conoce bien el municipio. Pérez debería poner orejas y oído interno a su aliado natural y si fuera consecuente se integraría en España Suma, como ya hacen sus mentores políticos, no tiene otro destino salvo su muerte súbita como edil.