Un Alcalde con doble personalidad y malas formas

La forma de hacer política de este Alcalde debería ser recriminada por la nacional del Partido Popular, no solo se quejan los partidos de la oposición de su falta de respeto a los valores democráticos sino también sus propios compañeros de grupo y de partido. Se dice que parece más el contertulio de un programa del corazón en el plató de un bar, que un represente político. Su lenguaje soez, su tono gritón, la falta de saber estar y mirada despectiva, molesta a compañeros y extraños.

La última cacicada ha sido la de negarse a convocar el Pleno del Estado del Municipio, aún cuando adquirió el compromiso en el Pleno de 28 de junio de 2021, afortunadamente los grupos de la oposición han presentado y aprobado una moción para realizar el ejercicio más saludable de la democracia parlamentaria; rendir cuentas y ser transparente ante sus conciudadanos. Gracias a dicha moción el Pleno del Estado del Municipio se convocó, el 14 de febrero.

El tiempo siempre da perspectiva y arroja luz. Martín Galán accedió a la alcaldía por una ansiedad enfermiza y mediante un acto de traición, asumiendo ser el nuevo títere de Vox y de una comisaría política de turbio pasado, en lugar de permanecer junto a quien los electores eligieron mayoritariamente. Un ejercicio de deslealtad y traición que ha marcado un camino de deshonesta andadura, el todo vale, más propio de la izquierda que del pensamiento humanista y liberal, que ahora todos dicen transitar. En el último comité ejecutivo local del Partido Popular no faltaron las descalificaciones y malas maneras, ante el estupor de los afiliados del partido. Este es el resultado de no haber sabido defender unos valores y esto es lo que debe ser recriminado y atajado por todos y cada uno de los que conforman un comité ejecutivo elegido a dedo.

Se aproximan las elecciones primarias dentro del Partido Popular y esto ha hecho que se empiece a caldear el ambiente y es tal la confrontación existente entre la presidenta colocada a dedo, Yolanda Estrada, y Raúl Martin Galán que ya se frotan las manos en la izquierda y en particular en el también dividido Vox.

Estamos presenciando un espectáculo vergonzoso. Primero, vimos cómo se vulneraban los estatutos de un partido y la libertad de elección de sus afiliados, imponiendo una presidenta gestora de perfil político problemático. Segundo, cuando la nacional del Partido Popular se arrodilló ante Vox dejándose chantajear, esto gracias a Antonio González Terol, quien lleva demasiado tiempo jugando a dos bandas. Tercero, obviando que la candidata del Partido Popular, Pilar Martínez, tenía un liderazgo fuerte y gran experiencia y que tanto el número dos Miguel Lucero Aparicio como Raúl Martin Galán, número tres de la candidatura, no eran más que un relleno a prueba y en periodo de formación, pero la ambición desmedida ha hecho que se conviertan en el peor castigo a la traición y la miopía. Una penitencia que no solo los afiliados del Partido Popular están pagando, sino tristemente todos los villaodonenses.

Gobernar a cualquier precio, en lugar de permanecer en la oposición y debatir con el adversario en el terreno de las ideas y los argumentos o proyectos para Villaviciosa es lo que contribuye a la desafección de los ciudadanos con los partidos y propicia que se conformen asociaciones vecinales y partidos independientes •