OPINIÓN
Los celos del alcalde a sus propios compañeros
Raúl Martín Galan, alcalde de Villaviciosa de Odón, por conjunción planetaria, y por voluntad de María Ruiz y Ernesto Serigós.
El Partido Popular de Villaviciosa comprometió en su programa electoral incrementar la calidad democrática en las formas de hacer política de sus representantes y también de las instituciones, porque todos los partidos políticos tienen pendiente una profunda reforma en su funcionamiento interno, sin embargo, esta iniciativa recogida en el contrato ciudadano suscrito con los villaodonenses, no se está cumpliendo.
La actual presidenta gestora, Yolanda Estrada, elegida a dedo por la Regional de su partido, ha cerrado puertas y ventanas a la participación, la transparencia y los valores democráticos, además se ha rodeado de antiguos militantes que fueron excluidos en tiempos de José Jover, Nieves García Nieto y Pilar Martínez, personas momificadas, con mochila de intereses personales, resentimientos y frustraciones que no hacen ningún bien al partido, se trata de personas como Miguel Aguirre, Federico Crespo, Encarnación Dávila, Paul Rubio, Juan Pedro Izquierdo…, algunos de ellos incluso hicieron campaña electoral contra su propio partido, otros fueron excluidos y expedientados pero vuelven una y otra vez, maniobran, traicionan a sus propios compañeros, cierran puertas y ventanas a la ciudadanía, manipulan a los jóvenes con ilusión y no admiten más que a dóciles sirvientes. Y lo peor es que se permiten el lujo de menospreciar a personas de valía intelectual y profesional como el concejal Pedro Cocho, concejal electo del Partido Popular que ha sido excluido de responsabilidades de gobierno por sus propios compañeros por tener talento y criterio, lo que demuestra el miedo al cambio, ambiciones desmedidas y mediocridad de sus compañeros.
Pedro Cocho Gómez fue convocado por Pilar Martínez en un ejercicio de apertura del partido a la sociedad, al igual que ocurrió en el caso de Noelia Álvarez, a quien se le abrió el cielo a petición propia porque nunca nadie le había ofrecido una oportunidad de mejorar y crecer en toda su vida. El concejal Cocho Gómez, que sigue siendo simpatizante del PP, acaba de salirse del grupo Popular porque sus propios compañeros están vulnerando sus derechos, no se le informaba de lo que tenía que votar, pero se le pedía que levantase la mano, no se le convocaba a reuniones de grupo, ni a comisiones informativas, no se le tenía en cuenta para gestionar y mejorar la organización e informatización de nuestro Ayuntamiento. Se trata de una persona que fue convocada por su capacidad de hacer equipo, ha sido profesor universitario, tiene experiencia de organización, su mayor cualidad es su inteligencia analítica, es ingeniero aeronáutico, aunque profesionalmente se dedica a la ingeniería informática, realiza proyectos de evaluación empresarial, planificación estratégica, implantación de tecnologías para la gestión y siempre dispuesto a estar detrás, es, sin ningún género de dudas, el perfil más adecuado para la modernización de la administración municipal pero está recibiendo el desprecio de sus compañeros para que por agotamiento se marche.
El actual alcalde tiene unos celos desmedidos de su persona, por ser persona de talento y con criterio, cualidades frustrantes para todos aquellos a quienes queda mucho que aprender tanto en su desarrollo técnico personal como de comportamiento.
Ahora desde la única posición que le dejan podrá participar en las comisiones informativas y opinar, también velará por el cumplimiento del programa electoral en cuya redacción final participó. Se trata del único concejal del Partido Popular que no percibe dedicación exclusiva o parcial, no se presentó para dejar su profesión y tiene el valor incomprendido de que en una sola semana de trabajo puede aportar lo que el conjunto en todo un año, si se le sabe dirigir.
¿Llegará el día en que de verdad se permita conformar el equipo de los mejores?