OPINIÓN
Christian Gálvez, “Il professore” de “pasapalabra”
Casado con la gimnasta de élite Almudena Cid, son un modelo de esfuerzo y superación
Los dos eligieron el camino difícil y tortuoso del estudio y el trabajo. Los dos exhiben la sonrisa de la felicidad. En el mundo actual, muchos buscan el atajo para lograr el éxito fácil, pero Christian y Almudena se mueven con paso seguro, sin vacilaciones, en esta sociedad del siglo XXI donde los valores del espíritu están empobrecidos y hasta despreciados. Son prácticamente de la misma edad. Christian Gálvez Montero nació el 19 de mayo de 1980 y Almudena, 26 días después, el 15 de junio del mismo año. Una pareja ejemplar. Ojalá sepan burlar los ataques del futuro, algunas veces incierto, esquivo, traicionero.
Christian Gálvez, junto a Andrés Diego Torrejón y su colega Simón Hernández, los alcaldes de Móstoles que se levantaron contra los franceses el 2 de mayo de 1908, sin olvidar a Iker Casillas, es uno de los mostoleños más importantes que ha dado esta ilustre villa de Madrid. Buen estudiante, pero sólo de aquellas asignaturas que le gustaban, en su cabeza bullía la idea de ser actor. Y llegó a serlo a los 15 años en la serie de Emilio Aragón “Médico de familia”.
Como curiosidad de la agudeza de Christian Gálvez en el análisis de las obras maestras del Renacimiento vamos a referir una anécdota que le sucedió en una de sus visitas al Vaticano. Estaba contemplando el gran cuadro de 16 metros cuadrados “La creación de Adán”, pintado por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina y comentó con un prelado que si Dios creó al primer hombre con un pedazo de barro y un soplo de vida, vino al mundo sin cordón umbilical, por lo tanto no debía tener ombligo y en la pintura lo tiene.
El prelado italiano sonrió y dijo:
- La verdad que es una curiosidad muy interesante. Que yo sepa nadie ha reparado en ese detalle. Es usted un observador muy sagaz.
Muchos se preguntan cómo Christian tiene tiempo para escribir tanto y presentar todos los días el popular concurso de Tele 5 “Pasapalabra”. El mismo lo aclara:
- Grabamos el concurso y paso dos meses en los estudios trabajando todo el día. En dos meses hacemos 80 programas. Como se emiten cinco a la semana, me sobra un mes para irme a Italia o a Francia a investigar y escribir. Soy una persona muy organizada.
En el año 2007 cambió la vida de Christian Gálvez. Le ofrecieron presentar el concurso “Pasapalabra” y conoció, precisamente en uno de los programas, a quien hoy es su esposa: la gimnasta de alta competición Almudena Cid, con la que se casó el 7 de agosto de 2010.
-Lo nuestro fue un flechazo en toda regla. Somos felices y me gustaría que, cuando sea viejecito, pudiera decir: “Almudena ha sido el gran amor de mi vida”.
Ella, también escritora
Almudena Cid, otro personaje de la misma talla que Christian Gálvez. Como su marido, ha cumplido 38 años hace unos meses. Es posiblemente la mejor gimnasta rítmica española de todos los tiempos. Ocho veces campeona nacional y presente en cuatro finales olímpicas. Medalla de Oro en los Juegos Mediterráneos de Almería de 2005. También Medalla de Oro al Mérito Deportivo, entre docenas de trofeos conseguidos a lo largo de 28 años de carrera.
El 23 de agosto de 2008 dijo adiós a 21 años de trabajo descomunal. Una gimnasta de élite no termina jamás de subir la cuesta. Cada día, un poco más. Aunque sea un milímetro. Así desde los siete años, alejada de la familia, sin libertad, con los entrenadores presionando para estar entre las mejores del mundo. Una compañera de Almudena, Tania Lamarca, escribió un cuento titulado “La niña que soñó con tocar las estrellas”, “donde relata con emoción y verismo, el esfuerzo, la dedicación y el dolor que cuesta una medalla olímpica”.
Almudena, contagiada por la actividad literaria de su marido, también ha creado un personaje infantil, “Olympia”, protagonista de cuentos donde narra la vida deportiva de una campeona que se parece mucho a la propia autora.
Christian y Almudena aguardan el futuro con esperanza y una gota de incertidumbre. Nadie sabe qué puede saltar de la mochila que llevamos a la espalda. Como sucedió en 2012, cuando a él se le salió un disco intervertebral, le aprisionó el nervio ciático y quedó sin poder mover las piernas. Tuvo que someterse a una operación muy delicada y reincorporarse a su trabajo sin estar curado del todo, puesto que si él no podía presentar “Pasapalabra”, le buscarían un sustituto inmediatamente.
-Hasta pensé, como solución extrema, que podía presentar el concurso en una silla de ruedas. Gracias a Dios estoy recuperado.
Christian tiene proyectos para cien años que viviera. Amante devoto del castellano, está especialmente satisfecho de las “lecciones” que imparte desde Tele 5 sobre el origen de tantas expresiones que utilizamos a diario y que no sabemos cuándo ni dónde tuvieron su origen. Su amor por la Ciencia, el Arte y la Historia, son el motor de su vida. Gracias “Professore”.
A trancas y barrancas cumplía con los libros, más por contentar a sus padres que por satisfacción propia. Estudió Magisterio y Filología inglesa, pero a los 25 años se enroló en el grupo del programa de televisión “Caiga quien caiga”, junto a los reporteros (émulos de Tribulete, que en todas partes se mete), Arturo Valls, Juana Bonet, Toni Garrido y Gonzo, que ahora trabaja con El Gran Wyoming.
Pero esta etapa en la televisión tampoco convenció a Christian Gálvez, hombre serio y empedernido lector, que “devoraba” libros culturales a un ritmo de dos por semana. Y en los libros encontró su gran vocación: la literatura divulgativa. Se apasionó por el Renacimiento, glorioso despertar del saber y las Bellas Artes, primero en Italia y después en toda Europa, que surgió con fuerza descomunal en el siglo XV tras la oscura y larga Edad Media. Parecía que en el mundo estaba todo por hacer. El origen del Renacimiento italiano se debió a la aparición de los mecenas en tres grandes familias del siglo XIV que monopolizaban la banca, el comercio y la navegación: los Gonzaga, de Mantua; los Sforza, de Milán; y los Médici, de Florencia. Llevaron a sus palacios a los mejores pintores, arquitectos y escritores a trabajar para ellos. Y surgieron pintores como Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Rafael de Urbino, Tiziano, Tintoretto… Poetas y escritores como Francesco Petrarca, Castiglione, Dante, Boccaccio, y la afilada pluma de Nicolás Maquiavelo, quien escribió “El Príncipe”, el mejor tratado de Política de todos los tiempos, verdadero manual para los gobernantes: en forma de cartas, aconseja cómo lograr la efectividad desde el Poder. La obra está dirigida a Lorenzo de Médici “El Magnífico”.
2007, Un año clave en su vida
Desde hace 8 años, Christian Gálvez va descubriendo, con una veintena de libros ya publicados, los entresijos del “Rinascimento”, ese gigantesco movimiento cultural italiano que marcó la frontera entre la Edad Media y la Moderna. Hasta ahora lleva 12 volúmenes para niños de la colección “Leo Da Vinci” y las novelas históricas “Matar a Leonardo da Vinci”, “Rezar por Miguel Ángel”, “Leonardo da Vinci cara a cara”, más la serie “Crónicas del Renacimiento”. Tanta es su contribución a la divulgación de la cultura que ha recibido varios premios como “Experto mundial en la vida de Leonardo da Vinci”, de quien dice en uno de sus libros “ese genio que despertó cuando todos estábamos dormidos”. En mayo de 2014 fue elegido miembro de la Academia de Ciencias y Artes de la Televisión. Y también tiene el premio Concha García Campoy de periodismo científico, galardón que le entregó su colega Lorenzo Díaz, hijo de la inolvidable periodista fallecida en Valencia el 10 de julio de 2013.