Penélope Cruz: Talento, belleza y estilo

Casada con Javier Bardem, madre de dos hijos, millonaria, a los 44 años lleva en su mochila más de cincuenta películas y un “Oscar”

Redactado por: Julián Navarro
15-03-19

Un día primaveral de 1974, en una sencilla vivienda del pueblo de Alcobendas, Eduardo y Encarnación, emigrantes de Extremadura que habían llegado a Madrid en busca de una vida mejor, hablaban felices e ilusionados del primer hijo que esperaban para muy pronto. Como todas las parejas, barajaban varios nombres, unos para niño y otros para niña. Mientras hacían planes para el futuro, en un transistor se escuchaba la voz de Joan Manuel Serrrat, que cantaba: “Penélope, con su bolso de piel marrón y sus zapatos de tacón…” Encarnación comentó a su marido:

- Esta canción es preciosa. Si es niña se llamará así, Penélope, un nombre bonito y original.

El 28 de abril nació la niña y sus padres la inscribieron en el Registro Civil como Penélope Cruz Sánchez. Hoy, 44 años después, aquella recién nacida se ha convertido en una de las mejores actrices de cine. Ha paseado su éxito por España, América y Europa. Vino al mundo con talento y una belleza muy personal. Además, la suerte le pilló trabajando. Por eso ha hecho bingo en la difícil lotería de la vida, en la que cada uno juega sus números buscando la fortuna.

Penélope tiene una hermana, Mónica, tres años menor que ella. Compañeras de juegos y travesuras, se criaron en la peluquería de Encarnación entre tijeras, peines, cepillos, secadores, hasta la edad escolar. Los padres querían para ellas una educación integral y las matricularon en el Conservatorio de Madrid para aprender ballet clásico. Estuvieron nueve años, las dos moldearon su cuerpo con los movimientos y ejercicios de la danza y, mientras se ponían alas en los pies, se imaginaban que algún día sus nombres aparecerían escritos en la noche con luces de neón. Los sueños se hicieron realidad para las dos guapas hermanas. Mónica, que cumple 42 años este 16 de marzo, fue durante siete años bailarina con Joaquín Cortés. Hizo películas en España, Francia e Italia. Y dobló a su hermana en 2010 en la cuarta entrega de “Piratas del Caribe” porque Penélope estaba embarazada de uno de sus hijos.

Mónica ha convivido con varios actores, pero cuando decidió ser madre, en 2013, para evitarse complicaciones recurrió a la inseminación artificial. Su hija, sólo suya, se llama Antonella Cruz Sánchez. “Así nunca tendré problemas con su padre, porque no lo conozco”.

 

Penélope trazó su camino

Tenía sólo 13 años. Era demasiado seria y madura para su edad. Hablaba poco y pensaba mucho. Penélope quería organizar su vida profesional desde la niñez, tal es el concepto que tiene de la responsabilidad. Había descartado los estudios. Y también la danza, demasiado dura. Además, no la veía para ella como medio de expresión artística. La solución se la dio Victoria Abril en la película de Pedro Almodóvar “Átame”. Penélope, que conocía al detalle la vida de Victoria, quien también había estado nueve años estudiando ballet clásico y había comenzado su carrera cinematográfica con 15 años en la película “Obsesión”, sería el modelo a seguir. Se lo dijo a sus padres, que la apoyaron de inmediato. Su madre le leyó la cartilla:

- Si quieres ser alguien en el cine tienes que dedicarte a ello en cuerpo y alma cada minuto de cada día. Lo único importante para ti han de ser las clases, los maestros, los idiomas, los libros, nada de chicos, nada de amores. Mañana mismo te buscaremos un buen profesor de arte dramático.

Penélope cumplió, pero en 1991, generosa de corazón, guapa y sexy, “sucumbió” en su primer trabajo, un videoclip del grupo Mecano. A sus 17 años, bonita como una rosa, enamoró a Nacho Cano, que a la sazón tenía 28.

- Cuando se enteró mi madre de que tenía novio, me armó una que se oyeron las voces en todo el pueblo de Alcobendas. 

La relación entre Nacho Cano y Penélope duró cuatro años, hasta 1995. En 1992 Penélope fue lanzada como una joven promesa del cine español con la película de Bigas Luna “Jamón Jamón”. Como la vida da muchas vueltas, aquí se encontró por primera vez con el actor que, quince años después, se convertiría en su marido: Javier Bardem. Penélope recuerda:

- No me gustó nada. Se comportaba como un niño engreído y sabihondo. Tenía cinco años más que yo y pretendió, durante todo el rodaje, intimar conmigo, que por cierto estaba muy enamorada de Nacho Cano. Sin embargo, Javier me parece ahora todo lo contrario, un hombre sencillo, con gran sentido del humor y un actor impresionante, para mí, el mejor del mundo. A veces me pregunto ¿cómo no me fijaría antes en él con la personalidad que tiene?

Javier Encinas Bardem (que estos son sus apellidos reales), padre de los dos hijos de Penélope, Leonardo Encinas Cruz, de 7 años y Luna Encinas Cruz, de 5, lo es todo en el cine español y mundial. Su calidad interpretativa está a la altura de los más importantes actores de la historia de la gran pantalla. Si miramos sus ancestros llegamos a la conclusión de que fue actor antes de nacer, mientras estaba en el vientre de su madre, la excelente actriz Pilar Bardem. Javier, que ha cumplido 50 años el 1 de este mes de marzo de 2019, es nieto de un actor histórico, Rafel Bardem Solé (1889-1972), quien se casó con Matilde Muñoz Sampedro (1900-1969), perteneciente a otra gran familia de actores y actrices. Rafael y Matilde tuvieron dos hijos, Juan Antonio Bardem (eximio director) y Pilar, madre de Javier, de Mónica y de Carlos. Pilar casó en 1961 con el economista José Carlos Encinas Doussinague. Aunque este matrimonio acabó como el rosario de la aurora, por las venas de Javier corre sangre de artistas. Debutó a los 4 años nada menos que en la famosa serie de televisión “El pícaro”, dirigido por el inolvidable Fernando Fernán Gómez.

Reina de corazones

Aunque Penélope había hecho ya algunas incursiones a Estados Unidos, donde funciona la más gigantesca maquinaria del cine, fue en el año 2000 cuando, bien pertrechada artísticamente, como quería su madre, capaz de bailar lo que le echen, expresándose en cuatro idiomas (español, inglés, francés e italiano) y con una belleza latina cien por cien, se presentó en Hollywood para conquistarlo y a más de un director y a varios galanes, les cortó la respiración. “La bella española”, como la calificaban los periódicos de Los Ángeles, fue contratada inmediatamente por las más fuertes productoras y en cuatro años rodó diez películas con los más famosos actores. 

Pero Penélope Cruz, agasajada, solicitada, inundada por centenares de ramos de flores y regalos de sus compañeros de rodaje, no podía resistir tanto hombre guapo a su lado y se enamoraba de ellos. Continuaba en la vida real el amor de ficción que había vivido en cada película. Así sucedió con Tom Cruise en 2001 con quien interpretó la película “Vainilla Sky”. Durante tres años fueron la pareja más fotografiada de Hollywood. Hasta que, como suele ocurrir en la Meca del Cine, donde los amores son de ida y vuelta, en enero de 2006 los dos emitieron un comunicado en el que “anuncian su ruptura sentimental, aunque siguen siendo excelentes amigos”

Pero a rey muerto, rey puesto. Pocos meses después de su ruptura con Tom Cruise, Penélope formó pareja en la película “Sahara” con un actor muy atractivo que tiene el apellido más difícil: Mattew McConaughey. Como los dos estaban libres de compromisos sentimentales, se fueron a vivir juntos durante casi dos años, hasta que en 2007 apareció Javier Bardem, quien protagonizaría la película de Woody Allen “Vicky Cristina Barcelona”, con tres bellezas a su lado: Scarlett Johansson, Penélope Cruz (que ganó un Oscar como mejor actriz secundaria) y Rebecca Hall. 

Durante los descansos del rodaje, Javier y Penélope mantuvieron largas conversaciones. Por supuesto, recordaron la primera película que protagonizaron juntos, “Jamón Jamón”, doce años antes. Los dos habían corrido lo suyo. No se parecían nada a aquellos actores primerizos que apuntaban buen futuro y que ahora habían llegado a la cúspide del éxito. Hay que decir que Penélope Cruz es la actriz española que ha ganado más dinero, tanto como Javier Bardem, por supuesto dinero muy merecido.

Al margen del dinero, la filosofía de la gran actriz española, que está en su mejor momento artístico y personal es tan sencilla como convincente:

- Lo importante es vivir feliz sin hacer daño a nadie. Pensar que todos somos iguales, que algunos tenemos más suerte y que debemos ayudar a quien nos necesite.

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Penélope Cruz en la plenitud de su belleza

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Penélope con su marido, el gran actor Javier Bardem.

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