Nuestros emprendedores: Quique Ikebana, chef de Básico Restobar

17-01-21

Quienes tenemos la suerte de conocer a Quique sabemos de sus grandes dotes al frente de su cocina, en la que rinde homenaje a la cocina de las abuelas, con platos que nos evocan sabores de antaño adaptados a nuestros gustos actuales, aportando un punto transgresor en sus propuestas culinarias y con una carta lo suficientemente amplia como para agradar a todos los paladares. Este mes hemos querido hablar con uno de los mejores restauradores de Villaviciosa de Odón.

 

 

¿Cómo llevas la crisis?

A rastras. No salimos de una y ya estamos en otra, y si no, nos llega la nevada del siglo .

Paciencia, mucha paciencia y buen humor. Mucho trabajo para conseguir abrir un día más.

¿Qué te gustaría decirle a los vecinos?

Que sigan consumiendo en el pueblo, que realicen sus compras en los pequeños comercios de sus barrios que es lo que hace que realmente nuestra sociedad funcione.

¿Qué es Básico Restobar?

Es mi casa. He querido recrear un ambiente pintoresco con una decoración como de casa de la abuela, una música electrónica de fondo muy cuidada. En Básico se come como en casa de la abuela pero se ríe como en casa de la nieta.

He querido crear un restaurante que te ayude a relajarte y disfrutar de una buena mesa y un buen ambiente y en el que los malos rollos se queden de puertas a fuera.

Hoy es domingo, cuéntanos que platos estás preparando

Oreja a la riojana, garbanzos estofados con setas, hongos y taquitos de jamón, salsa brava original, croquetas de roquefort, casi todos los días preparo unas croquetas diferentes. También tengo en el fuego unas gachas típicas manchegas con chorizo ibérico y torreznillos, migas con colitas de gambón y setas japonesas…

Platos de toda la vida adaptados a los gustos actuales, en los que necesitamos mucho menos aporte de calorías.

Yo siembre intento tratar el producto con mucho cariño y cocinar como si fuera a comérmelo yo, ese es el secreto de una buena cocina.

Una receta fácil

“Huevos fritos con picadillo de morcilla para cuatro personas”

Tres cebollas dulces, tres calabacines pelados, todo cortado en brunoise, muy fino.

Se hace un sofrito con aceite de oliva, se le añade el contenido de una morcilla de burgos, se deja pochar unos minutos y por último se fríen los huevos, en abundante aceite de oliva muy caliente.

Emplatar con gusto y acompañar de un buen pan y un vaso de buen vino.

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