La injustificable e irresponsable actuación de María Ruiz, portavoz de Vox

El pasado lunes 11 de mayo se celebró el primer Pleno municipal virtual. Un Pleno Extraordinario solicitado por Vox pero que necesitó de un voto ya que con los cinco suyos no podía por ley. Ese voto les vino prestado por el PP. 

El único punto del día fue la comparecencia del Alcalde para informar sobre la situación de las diversas áreas de gobierno y dar cuenta de los futuros planes de actuación del equipo de gobierno con motivo de la crisis del COVI 19.

En el transcurso del Pleno se pudo confirmar el cambio de María Ruiz, que ha pasado de apoyar al equipo de gobierno a realizar una crítica oportunista y feroz al mismo, lo que le procuró unas duras y acertadas palabras de la portavoz del PP Pilar Martínez que la acusó de no tener corazón.

María Ruiz seguió en su papel habitual de destilar odio por todos sus poros, eso sí, con un tono inseguro al tiempo que se lavaba las manos de todo lo que está ocurriendo cuando son ellos los únicos responsables políticos.

Durante el transcurso del Pleno de más de tres horas de duración quedó de manifiesto el fracaso del gobierno frankestein creado por VOX, fracaso agravado por la aparición de la pandemia, que ha exacerbado las graves carencias del actual equipo de gobierno.

Seguimos sin presupuesto municipal y ya estamos casi en junio, cuando deberíamos haberlo tenido aprobado el pasado diciembre, por lo que se sigue trabajando con el presupuesto prorrogado de 2018.

Por el lado positivo, la portavoz del PP se mostró exigente con la gestión pero abierta a la colaboración siempre que se necesite como así ha estado haciendo desde que comenzara el estado de alarma.

Quedó clara la disposición de todos los grupos políticos del Ayuntamiento para ayudar a todas las familias que se encuentran en dificultad como consecuencia de la terrible situación socioeconómica que estamos viviendo, para ello ya se ha dotado un presupuesto especial de 700.000 euros y se ampliará lo que sea necesario.

También quedó clara la postura de la extrema izquierda a la hora de afrontar económicamente este reto. Su receta: subir impuestos, nada nuevo.

En definitiva muy buena voluntad y palabras por parte del Alcalde y su equipo, pero pocas o casi ninguna acción encaminada a mitigar la realidad que nos afecta, además de la dificilísima situación política a la que se enfrenta Pérez Viu ahora que Vox le ha quitado la escalera y le ha dejado colgado de la brocha.

El cambio radical de María Ruiz creemos que viene como consecuencia de las presiones que está recibiendo de su propio electorado al comprobar que Villaviciosa está instalada en una inacción casi total. Este extremo se comenzó a apreciar hace unos días cuando pudimos leer en unas declaraciones de la máxima responsable de Vox Villa María Ruiz a un medio de comunicación local, que quedarían muy bien de cara a sus votantes, en las que se despacha con unas fuertes críticas al equipo de gobierno, si no fuera por que es ella y sus cuatro concejales los que soportan la acción de ese gobierno que según ella “nos toma el pelo”.

La señora Ruiz todavía no ha aprendido que es imposible sorber y soplar al mismo tiempo, o si lo ha aprendido, es que considera a sus votantes unos auténticos crédulos.

La señora Ruiz debe dejar de engañar a los villaodonenses. Esta señora llegó a la política por venganza personal, sigue en la misma dinámica solo que ha cambiado a algunos de los destinatarios de sus odios, y en el fondo, se trata de una postura para enmascarar su inutilidad total y que el traje político por el que cobra dos sueldos le viene muy grande.

Mientras tanto Villaviciosa de Odón ha perdido un año. ¡Ánimo! todavía quedan otros tres, y ya llevaremos ocho, gracias al inestimable trabajo de María Ruiz.

Potenciando los aspectos positivos, la portavoz del Partido Popular Pilar Martínez no quiso entrar en la dinámica de confrontación de la señora Ruiz, y utilizó su tiempo de intervención para aportar ideas dejando muy claro que cualquier solución política no pasará por Vox mientras esta formación siga instalada en una actitud de confrontación.