Alí (II)

Redactado por: Julian Calvo
18-10-17

El eco de un gallo, y la polvareda de un rebaño de ovejas, irrumpen al despuntar el alba, y al punto la comunidad del lugar es llamada a la primera oración del día o fajr, entre un agradable frescor matinal.

Mostrando ya el Sol su primer esplendor azulado, los fieles salen de la mezquita y se incorporan a sus tareas, pero Sayf continúa irritado con la postura moderada de Alí que no era capaz de entender las poderosas razones de sus convicciones, y le da alcance de vuelta a su casa con las mismas inquietudes del día anterior.

- Que Alá sea contigo Sayf, ¿Ya has reflexionado lo que hablamos ayer? – le preguntó resuelto y esperanzado mientras subían juntos una leve cuesta.

- ¡Si, está claro, hay que acabar con ellos!. – expresión que paró en seco el paso apresurado de Alí poniéndose frente a él cortándole el paso.

- El miedo habla por ti, amigo, si tuvieses más confianza no tendrías esos temores que despiertan tu ira e indignación. Eres demasiado joven para entender el valor de la paz; con el tiempo comprenderás que es mejor tener sosiego que tener razón.

Reemprendiendo la marcha, Saif cabizbajo, pero ofuscado, le miraba de reojo y de hito en hito sin apearse de sus razones.

- No respetan a nadie ni en el cielo ni en la tierra. Todas sus decisiones se basan en los beneficios materiales que pueden obtener sus líderes que disfrazan su propia basura, y encima son modelo de sus súbditos, Todas sus discrepancias se fundamentan en intereses económicos y en someter a sus iguales.

- ¿Y no es eso lo que estás proponiendo tú?. ¿Quizás te crees mejor que ellos? Date cuenta que tú también estás manipulado. El que dice todo lo que oye, juzga lo que no ve.

- Al menos podemos preciarnos de ser más sencillos …debido a su compleja maquinaria administrativa y todo su sistema, en general, ellos viven agobiados con reglamentos interminables y con unos derechos que llaman humanos, que crecen y crecen sin límite alguno, hasta hacerse absurdos…

Sin perder el paso Alí seguía atento y paciente los razonamientos de su amigo y ayudante, sabiéndose cautivo de cuanto le dijera pero amo de su silencio.

- No tienen una dirección ni moral ni espiritual y a eso lo llaman libertad. Nuestra disciplina y lealtad a Alá y a Mahoma su profeta, es tan grande como sus banalidades, estupideces e infidelidades. ¡Hay que eliminarlos antes que nuestros hijos caigan en esa trampa!

- ¿No sería mejor enseñarles a luchar con un espíritu valiente y generoso que con poderosas armas manejadas con odio?Castiga a los que hacen el mal, haciéndoles bien. Y además, no será tan mala vida cuando muchos de los nuestros viven ya en occidente.

- Si, por desgracia, a costa de su sistema corrupto, para hacer cosas que ellos ya no quieren realizar. A pesar de ello nos miran con desprecio porque somos diferentes.

- ¿Y tu?, ¿Cómo les miras?

A nosotros nos llaman bárbaros pero estamos unánimemente de acuerdo para extirpar de raíz este mal que está destruyéndolo todo.

Alí comenzó a encender el horno de su panadería mientras pensaba en otro proverbio de aquel lugar: Los oídos no sirven de nada a un cerebro sordo.

jcalvom@hotmail.es

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