La portavoza que insulta la inteligencia

Estos días atrás saltaba a la prensa la nueva estupidez protagonizada por Irene Montero, la que fuera novia del dirigente podemita Pablo Iglesias, que parece mérito suficiente para ser la “portavoza” de  esta formación política en el Congreso de los Diputados, al inventarse esta nueva palabra con la pretendida misión de dar visibilidad a la mujer. Semejante disparate fue rápidamente aplaudido por otra “portavoza”, la vicesecretaria general del PSOE la señora Adriana Lastra, que viene siendo el papel principal que desempeña este partido desde que lo dirige Pedro Sánchez, mantener y reír las gracias de los podemitas.

¿Visibilidad a la mujer? Esta “mujera” lo único que consigue, precisamente, es ridiculizar la causa por la que pretendidamente lucha, convirtiéndose en una “esperpenta” que a nadie medianamente inteligente, hombre o mujer (“hombra o mujero” según el nuevo diccionario inventado por la susodicha y sus compis) , debería representar.

Y mientras nos entretienen con estas patrañas, este sistema tan tremendamente imperfecto en el que vivimos,  permite que personas como Irene Montero y todos sus camaradas vivan del momio público (de nuestras costillas) sin el menor rubor. 

Héctor Alberto Salinas