El problema de la estupidez

Hace unos años que leí un artículo que se preguntaba si la tecnología podría curar la estupidez humana. Al parecer y por el momento, no. Villaviciosa de Odón se encuentra -y sobre esto el acuerdo es unánime- en un estado deplorable. Ahora bien, no se trata de ninguna novedad. Si uno se atreve a mirar hacia atrás, se da cuenta de que siempre ha estado en una situación deplorable.

Sería paradójico gritar, parafraseando a un asesor de Bill Clinton, "Es la estupidez, ¡Idiotas!". La "Estupidez" culpable del momento político que vivimos. Tras cuatro años de crisis zapatera primero, asistimos ahora a la segunda versión de este modelo de riesgo: un presidente que está siempre en los cielos, volando, y con el que hemos sufrido la fantástica gestión del Covid y las frases gloriosas sobre las mascarillas, "solo uno o dos afectados", entre otras.

Hay muchos modelos de idiotas, quizás yo sea uno de ellos porque el grave problema consiste en ser inconsciente sobre esta situación mental, que en algunos casos, puede ser pasajera, fruto de una sobredosis etílica, una confusión mental o una vivencia dolorosa. Pero cuando uno es estúpido y persevera con su comportamiento, sin límite aparente y, de forma constante, podemos decir "Tenemos un problema, Villa".

Debo aclarar que el liderazgo a escala "local" de la gran estupidez, se encuentra cerca de nosotros y la vivimos plena y gozosamente en los plenos donde la palabra se ha extirpado de las bocas y solo queda el balbuceo de un Alcalde que no atina a dejar de hacer estupideces.

Negar la palabra a la oposición, es sencillamente una prueba de su debilidad y, debería hacérselo ver por un especialista, un asesor, un cirujano, un torero, ¡que digo yo!, por cualquiera de los ciudadanos que habitamos racionalmente este gran pueblo, que pese a todos los intentos que se realizan para destruirlo, resiste, y nadie consigue hundirlo del todo.

Quedan apenas 16 meses para un cambio de rumbo, quizás Ayuso tras el descalabro del próximo domingo, pueda subir al pódium de la orquesta política del PP de Madrid y sea capaz de extirpar el cáncer de la estupidez, que dicho sea de paso afecta a la dirección nacional •