EL RINCÓN DEL NATURALISTA
Tiempo de Setas (1): “Diferencias peligrosas”
Se aproxima el tiempo de las setas e iniciamos una serie de pequeños monográficos relacionados con las mismas, donde el primero de ellos recibe el nombre de “Diferencias peligrosas” y veremos el porqué de su nombre.
Todos los años con el comienzo del buen tiempo tanto en la primavera como en el inicio del otoño, empiezan a aparecer las bellas, deliciosas pero también peligrosas setas, que pueden proporcionar desde los más refinados placeres gastronómicos hasta los más mortales sufrimientos.
Al comienzo de estas fechas es cuando los diferentes medios de comunicación, programas de televisión, etc., empiezan a inundarnos con titulares de este tipo:
“Fallece un hombre en Vigo por la ingesta de setas tóxicas”
“Shakira y Piqué salen a recoger setas junto a Messi”
“Las setas estimulan la mente de los niños”
“Las setas atraviesan su particular momento de crisis”
“Las setas inundan las cocinas de los restaurantes en otoño”
“Montes destrozados. Desmantelan cinco campamentos de traficantes de setas en Huesca”
“¿Cómo distinguir las setas comestibles de las venenosas?” etc..
Y también es, cuando todos “los seteros”, animados por las diversas noticias que aparecen en los medios, se arman de sus diferentes herramientas y se lanzan a la captura de las codiciadas presas. Muchas veces con un ligero conocimiento de lo que van a buscar, a veces basándose en las fotos de una pequeña guía, o en lo que creen recordar que recogían con su abuelo y con su padre cuando eran pequeños. Otras, preguntando al colega más espabilado con el que van juntos o incluso a cualquier persona que no conocen de nada con la que se encuentran de paso en el mismo sitio de recogida.
El objetivo de poner este pequeño monográfico titulado “Tiempo de Setas. Diferencias peligrosas”, es muy modesto, la intención fundamental es “proporcionar un mayor conocimiento sobre las setas y hongos y a la vez advertir mediante las fotos comparativas, pequeñas diferencias que para una persona poco o menos experta se le pueden pasar y que le pueden costar la vida”.
En las fotos comparativas que se ven a continuación, se pretende mostrar que siendo las especies muy parecidas, sin embargo, el coger y comer una u otra nos puede producir desde grandes satisfacciones a desgraciadamente tener que ir de visita al hospital.
…la prudencia y la experiencia con el tiempo, además de la ayuda de expertos, serán lo que poco a poco permitirán diferenciar con mayor exactitud las especies comestibles y venenosas.
Con ello no se busca atemorizar a la gente que va a disfrutar cogiendo setas sino que sean más cuidadosos por los riesgos que contrae y que muchas veces por desgracia, la amplia bibliografía de libros y guías no permiten discriminar las especies recogidas salvo a las personas más expertas. Está claro, que la prudencia y la experiencia con el tiempo, además de la ayuda de expertos, serán lo que poco a poco permitirán diferenciar con mayor exactitud las especies comestibles y venenosas.
Así que, “ojo, que todo el monte no es orégano”.
Como muestra de lo anteriormente comentado se incluyen algunas de las setas más habituales dentro del entorno de Villaviciosa de Odón, pero también especies en las Sierras de la Comunidad de Madrid, donde generalmente nos desplazamos para su recogida y posterior disfrute.
Aunque hay setas que se recolectan habitualmente, que son suficientemente conocidas y excelentes comestibles que son difíciles de confundir por tener una forma o morfología que afortunadamente ninguna de las tóxicas o mortales se parecen a ellas, sí que existen otras, que son las que conducen desgraciadamente al error o confusión y que pueden producir desde intoxicaciones severas, la necesidad incluso de un trasplante de órgano urgente y en el peor de los casos producir la muerte de la persona que las ingiere, este es el motivo de poner este corto monográfico.
Parecidos peligrosos, ¿Sois capaces de diferenciarlas?
Podríamos poner muchas más fotografías, pero por razones de limitación de espacio de publicación, se han seleccionado algunas de las setas más conocidas o que se ven habitualmente y otras, por el riesgo que conllevan se han de mostrar para darlas mayor conocimiento. Los colores de los carteles indican si son comestible (verde), tóxicas o venenosas (rojo) obviando las que no tienen ningún valor culinario y no merece la pena consumirlas.
Observad, que aunque se ponen también los nombres comunes locales con los que se las conoce, estos cambian a menudo dependiendo de unas regiones a otras e incluso de un pueblo a otro más cercano, donde las han denominado de toda la vida como se las transmitieron sus parientes más cercanos. No obstante, para evitar errores y discusiones, se ha de poner siempre su nombre científico en latín ya que este sí que no conduce a errores y que es como fundamentalmente los científicos y expertos las denominan.
(Texto y fotografías Marcelo Aroca)