El ayuntamiento de Villaviciosa, una administración fantasma, ruinosa y casi totalmente paralizada

Resulta sorprendente que haya políticos municipales como la señora Vela de IU que dicen que el capítulo I del presupuesto, el destinado al pago del personal del Ayuntamiento va flojo, cuando gastamos casi 1 de cada 2 euros en el pago de los trabajadores municipales, dijo el concejal de VOX Ernesto Serigós en el Pleno de septiembre. Según Serigós ha llegado el momento de ver que está pasando con “Personal”, es indignante esta situación según VOX.

Pero no solo se trata de lo carísima que resulta nuestra administración local que se lleva la mitad de nuestro dinero, lo peor de todo es que no funciona. Es que el Ayuntamiento ya se encontraba en una fase terminal de anquilosamiento antes de la pandemia y ahora, desde el mes de marzo, tenemos una administración fantasma, desaparecida, casi totalmente cerrada para desesperación de empresas y vecinos. No sólo no te atienden, ni siquiera de cogen el teléfono. En siete meses Pérez Viu y sus seis magníficos no han tenido tiempo de poner solución a este gravísimo problema, de montar un centro de llamadas, ni preparar los puestos de trabajo para que los funcionarios puedan atender en tiempo real por video conferencia tanto a empresas como vecinos. No han dado ninguna solución, eso si, cada final de mes cobran sus suculentas nóminas puntualmente.

Tampoco se han preocupado de firmar un acuerdo con la Consejería de Salud para montar un centro de pandemia que habría descongestionado nuestro centro de salud, y que podría haberse financiado con lo ahorrado en Fiestas, no han hecho nada, absolutamente nada más que pintar la mona, una mona muy cara, eso si, además de apoyar la hostelería local con su asistencia más que frecuente a los bares entorno al Ayuntamiento.

Resulta triste y patético que además del sufrimiento tanto humano como económico que está provocando la pandemia, estemos sufriendo las consecuencias de tener a unos auténticos ineptos gestionando los intereses de todos los ciudadanos. 

Estamos seguros que si todos los políticos se fueran a su casa, además de ahorrarnos un dineral a los vecinos apenas se notaría la diferencia en el funcionamiento diario del Ayuntamiento, que está apunto de dar encefalograma plano.