Desde el 13 de julio el Parque de la Estación pasó a llamarse "Miguel Ángel Blanco"

El 13 de julio de 1997 la sanguinaria banda terrorista y asesina de ETA, de la forma más cobarde y vil quitaba la vida al concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco que contaba con 29 años de edad.

El secuestro y posterior asesinato con dos tiros en la nuca del joven edil del PP sumió a España entera en un grito de dolor que significó un antes y un después en la nefasta historia de los asesinos más crueles con los que se ha tenido que enfrentar nuestro estado de derecho.

Algo se rompió en nuestros corazones al comprobar la sinrazón de estos asesinos, y toda España se conjuró para poder acabar con ellos.

Han transcurrido 25 años de aquella fatídica fecha, y es hora de recordar a los españoles, sobre todo a las nuevas generaciones, lo que hemos sufrido por culpa de esta sinrazón, con el único fin de evitar que pueda volver a suceder, todo lo contrario en lo que inexplicablemente parece empeñado nuestro presidente de Gobierno Pedro Sánchez, ni los propios militantes históricos del PSOE entienden como este "traidor" a su propia palabra puede estar blanqueando la imagen de estos asesinos de forma tan asquerosa y burda. Es difícil imaginar que pueda estar haciendo todo este daño simplemente por mantenerse en el poder, pero parece ser que éste es el motivo.

Es nuestro deber mantener vivo el recuerdo no sólo de Miguel Ángel Blanco, si no de todos los que sufrieron las consecuencias de está terrible aberración que supuso ETA y todos los que de una forma u otra les apoyaron, incluido el PSOE de Pedro Sánchez