Génova, María Ruiz, y Yolanda Estrada han creado su monstruo particular

El Pleno de junio, sin duda, deberá ser visionado por futuras generaciones que se dediquen a la política como el claro ejemplo de lo que nunca debería ser un político, y mucho menos en un pueblo como Villaviciosa de Odón.

Vergüenza sentí, compartida con muchas personas con las que he hablado, de ver la actuación totalmente desquiciada de una persona que jamás debería haberse calzado los zapatos de alcalde, el señor Martín Galán.

Desde esta columna no voy a entrar en explicar el cúmulo de despropósitos que largó por su boca el señor Martín Galán, ya tendré oportunidad y en el video colgado en la página del Ayuntamiento lo pueden ver, pero que puedo resumir como de “tierra quemada” incluso entre sus propias huestes, con los que, con algunos, he tenido la oportunidad de hablar y que no son fanáticos del PP, sino personas que piensan por si solas.

Simplemente en este breve espacio quiero llamar la atención sobre dos puntos.

El primero señalar a los responsables de haber colocado en el sillón de la alcaldía a una persona que jamás debería haber ocupado ese fundamental puesto, no ya solo por su falta de conocimientos y capacidad, también por su falta de criterio y personalidad, al haber demostrado que es un pelele en manos de una persona que jamás debería haber llegado a Villaviciosa de Odón, la señora Estrada, impuesta por la Regional del PP en contra de las propias bases mayoritarias de este partido, craso error.

Otros actores que han intervenido en la tragedia que estamos viviendo son los propios concejales del PP que han permitido que este aprendiz de dictador que es Raúl Martín Galán, llegue a donde ha llegado, aquí incluyo al señor Navarro Calero y por supuesto los responsables regionales del PP.

Pero sin duda la protagonista principal de este desafuero ha sido la mojigata y odiadora ¿líder? de VOX Villa la señora María Ruiz, sin cuyos votos Martín Galán nunca hubiese llegado a ser el peor alcalde de Villaviciosa de Odón en un tiempo record de cinco meses.

Pero lo importante ¿qué va a pasar con Villaviciosa de Odón durante los dos próximos años hasta las próximas elecciones municipales?

Entró el señor Martín Galán como alcalde por que el anterior equipo fue incapaz de sacar unos presupuestos en año y medio. Ahora los villaodonenses nos hemos quedado sin presupuestos para 2021, y es más que seguro que para 2022 y 2023, si tenemos en cuenta que solo cuenta con el apoyo de cinco concejales del PP (de los siete iniciales) ya que la concejal Susana Torjadada en el Pleno de junio sufrió la patada en el culo del señor Martín Galán quitándole todas las áreas que tenía delegadas, dejándola de concejal de a pié y que lejos de renunciar al acta de concejal, a las 48 horas ya se había pasado al grupo de no adscritos, dándose de baja del PP, y el incombustible concejal Joaquín Navarro Calero, que más bien parece la “Dama” de la canción de Cecilia, al que los mismos que ahora le aplauden, en enero le echaron, junto con Ciudadanos y PSOE, precisamente por no haber presentado los presupuesto, “vivir para ver”. En total, y en el mejor de los casos, seis concejales de veintiuno, después de haber entrado en un enfrentamiento personal con PSOE, CIUDADANOS, MAS MADRID y VOX VILLA.

Esta situación de bloqueo institucional nos garantiza la completa paralización de Villaviciosa durante los dos próximos años.

Mientras nuestro pueblo seguirá perdiendo trenes, y nos lamentaremos profundamente de la lástima de pueblo que nos están dejando una panda de incapaces, inútiles y aprovechados, que siguen cobrando sus importantes sueldos mientras se muestran incapaces de gobernar.

Al señor Martín Galán solo le queda una salida digna, presentar la DIMISIÓN URGENTEMENTE, aunque ese mismo camino debería seguir la señora Ruiz Solás con su fiel escudero y la señora Estrada. Quizás, de esta forma, las cosas se puedan reconducir y Villaviciosa no siga perdiendo oportunidades de presente y futuro, sin olvidarnos de los múltiples problemas arrastrados desde el pasado pendientes de solución.