El Gorgojo de las bellotas

Redactado por Marcelo Aroca
18-05-23

Todavía recuerdo cuando era chico y salía con mi padre al Monte del Pardo a recoger los piñones caídos de las piñas abiertas o la gordas bellotas que cuando estaban dulces las pelabas y comías o las asabas como las castañas encima de las placas de las antiguas cocinas de carbón. Con cualquier entretenimiento éramos felices y pasabas toda la tarde entretenido comiéndolas con tus primos o vecinos, leyendo tebeos sin saber para nada lo que era el internet ni el móvil. A veces cuando habías llenado de bellotas la pequeña talega de tela y volvías a casa y la volcabas en la cocina sobre una pequeña perola, al día siguiente te encontrabas la sorpresa de que algunas de ellas tenían un pequeño agujero que la experiencia te decía de que algo iba mal, cuando las mordías encontrabas huésped dentro o los veías moviéndose lentamente entre la pequeña montaña de bellotas.

Quién era el inquilino que no habías visto anteriormente y que curiosamente aparecía al día siguiente, a lo sumo dos días después en forma de pequeño gusano blanco regordete que campaba a sus anchas atiborrándose de las jugosas bellotas. Se conocen varis especies de insectos en que sus larvas se alimentan de las bellotas introduciéndose de diferentes maneras al interior de las mismas, sin embargo el “gorgojo de las bellotas” (Curculio elephas), un pequeño insecto coleóptero, es uno de los más dañinos por la cantidad de bellotas que invaden y estropean.

De pequeño tamaño, no suele ser mayor de 1 cm, con color pardo jaspeado y sobre todo con una fina trompa taladradora que es incluso más larga que su cuerpo, este es nuestro artista invitado de hoy. Su ciclo de vida es anual y los adultos comienzan a aparecer en primavera y a finales de la misma inician su apareamiento y puesta de huevos. Posteriormente, la hembra con su larguísima y fina trompa taladra la bellota y dándose la vuelta pone dos o tres huevos en el interior, el pequeño orificio al desarrollarse la bellota termina por cerrarse y en su interior pasados unos días nacen las larvas y se van desarrollando tras sucesivas mudas, aproximadamente un par de meses, mientras se van alimentando en el interior de la bellota. Curiosamente, la hembra perfora la bellota en un punto muy concreto que hace que ésta pierda savia y se contraiga lo suficiente para asegurar el desprendimiento del sombrerillo, con ello se producirá la caída de la bellota antes al suelo y por tanto pueda salir su larva haciendo un agujero mayor a la bellota y se entierra en el suelo blando donde se transforma en pupa o crisálida donde pasará todo el invierno en estado de inactividad hasta que salga un nuevo gorgojo.

El daño que producen los gorgojos en las bellotas se conoce comúnmente como “melazo o melosillo”, consiste en una secreción azucarada que presentan las bellotas que las hace perder su capacidad germinativa y por tanto pérdidas de tamaño y peso, ocasionándolas generalmente la muerte y caída posterior de los frutos afectados. En aquellas zonas donde las bellotas son fundamentales para alimento de ganado, para consumo por molienda o la obtención de piensos, originan perdidas económicas cuantiosas y están considerados como plaga y los sistemas de control de la misma ha de mantener un delicado equilibrio para evitar la aparición de inestabilidades ecológicas del ecosistema con otros insectos beneficiosos, por lo que su tratamiento es complejo y requiere continuos estudios para mejorarlo

https:// macronaturaleza.com/

.

inicio

contacto

aviso legal

Asociación Cultural Círculo de Opinión.
gestión de cookies
webNEWS || fotos Pexels || iconos 8
ACCESO